Cinco de los ocho ministros de Petróleo que han ocupado el cargo durante la presidencia de Nicolás Maduro en Venezuela han terminado prófugos o en prisión, envueltos en escándalos de corrupción y acusaciones de traición.
El más reciente en caer fue Pedro Tellechea, quien dirigió el ministerio hasta agosto y también presidía la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). Fue arrestado hace una semana, acusado de haber entregado el sistema automatizado de la empresa a una firma vinculada a los servicios de inteligencia de Estados Unidos, considerado un enemigo del chavismo. Tras su captura, Maduro reiteró su compromiso de luchar contra la corrupción, afirmando: “¡Caiga quien caiga!”.
Rafael Ramírez, quien fue el primer ministro de Petróleo de Maduro, ocupó el cargo desde 2002 y fue un hombre clave en la administración de Hugo Chávez. Sin embargo, Ramírez se convirtió en un crítico de Maduro y se encuentra prófugo en Italia tras ser señalado por corrupción que costó al país miles de millones de dólares.
Tareck El Aissami, quien asumió el ministerio en 2020, también fue arrestado el año pasado tras ser acusado de desviar ingresos de la venta de crudo. Su caída fue emblemática, simbolizando la falta de controles que ha permitido el control de organizaciones criminales sobre la industria.
Tellechea asumió el cargo en marzo de 2023, pero su gestión terminó abruptamente con su arresto por supuesta colaboración con la CIA. Su detención se produce en un contexto de crisis política tras las denuncias de fraude en la reelección de Maduro.